CORALES.
Los corales marinos son animales coloniales pertenecientes al filo Cnidaria, clase Anthozoa. Las colonias están formadas por miles de individuos zooides y pueden alcanzar grandes dimensiones. El término coral no tiene ningún significado taxonómico y es poco preciso; suele usarse para designar los antozoos que generan un esqueleto calcáreo duro, especialmente los que construyen colonias ramificadas; pero también es común denominar coral a especies con colonias compactas (coral "cerebro") e incluso con esqueleto córneo y flexible, como las gorgonias.
Coral en forma de pilar.
Coral «cerebro».
Biología
De las aproximadamente 48.000 especies reconocidas de vertebrados, más de la mitad son peces. De estas, más del 60 por ciento viven exclusivamente en ambientes marinos. A pesar que los arrecifes de coral son menos del uno por ciento del área total de los océanos del mundo, aproximadamente la mitad de todas las especies conocidas de peces marinos se encuentran concentradas en estas aguas tropicales poco profundas.
Los humanos constituyen aún la mayor amenaza para los arrecifes de coral. En particular la contaminación terrestre y la sobrepesca son las mayores amenazas para estos ecosistemas.
Problemática
En la actualidad, podemos disfrutar de estos bellos ecosistemas que por desgracia se encuentran en problemas. Se distribuyen en ecosistemas y se encuentran amenazados por 2 tipos de causas: naturales y antrópicas (hombre como origen). En las primeras caben destacar los efectos de las olas generadas por los huracanes que azotan a los trópicos. Son también afectados por los cambios bruscos de temperatura y la salinidad del agua, 2 características ambientales clave y que afectan directamente a los animales en su conjunto, y la depredación por otros organismos tales como peces, caracoles y estrellas de mar, también perjudiciales para esta maravilla de animales acuáticos coloniales. En estos arrecifes se produce un crecimiento rápido de las algas que pueden matar a los corales al competir ambos entre sí por luz y espacio. Pero los corales han evolucionado durante millones de años para lograr adaptarse para mejorar su defensa frente a las causas naturales. Una muestra de estas adaptaciones son la alta fecundidad, la producción de nematocistos y extender sus pólipos solo de noche; muy exitosas hasta el momento.
Desafortunadamente hay otras amenazas para las cuales no se han adaptado, los llamados efectos antropogénicos tales como la contaminación, la destrucción de los manglares, la erosión del suelo, la deforestación, la sobrepesca, la extracción indiscriminada, los excesos en el turismo marino y el cambio climático son algunos de los factores que podrían desestabilizar el ecosistema. La contaminación puede afectar de varias formas a los corales, dependiendo de cuál sea el contaminante en cuestión que se esté dando, así pues tenemos como ejemplo:
Contaminación por petróleo.
Los derrames de petróleo afectan la tasa de crecimiento y los sistemas de reproducción de los corales. Este impacto se ve agravado por los dispersantes utilizados después de un derrame, ya que aumentan las amenazas y pueden hasta matarlos. Los escurrimientos de combustible de los barcos también les causa daño: en 1998, el barco Emily Cheremie destruyó más de 400 metros de arrecife frente a las costas de Quintana Roo. Tras describir la contaminación por petróleo, hay que destacar que cualquier sustancia que afecte la claridad del agua, como el exceso de sedimentación causada por los dragados de las costas y la erosión ocasionada por la deforestación, afectará a las zooxantelas y su habilidad de fotosintetizar. Las aguas usadas y fertilizantes aumentan la cantidad de materia orgánica y por tanto causan eutrificación en el agua. Esto estimula el crecimiento de las algas que asfixian a los pólipos al crecer más rápido que los corales, y compiten por espacio en el suelo marino con éstos. Los contaminantes por agentes químicos o biológicos pueden ser tóxicos y matan los corales. La descarga de aguas calientes de plantas generatrices de energía es tan letal como cualquier veneno ya que los corales están adaptados a las temperaturas estables del trópico.
coral en fondo marino
El crecimiento de la actividad turística ha dañado a los arrecifes con las descargas de aguas negras y la contaminación tóxica. Los barcos que tiran las anclas en los arrecifes o que encallan pueden destruir un coral de más de cien años de edad en cuestión de segundos, tirando basura o alterando el equilibrio de las comunidades al pescar demasiados peces y poner en peligro la capacidad reproductiva de las poblaciones. Algunas evidencias que nos muestran que los arrecifes pueden estar en peligro están siendo reportadas en los últimos años. La existencia de buzos descuidados, pueden tocar y romper el coral; los turistas son también responsables del enorme crecimiento del comercio de curiosidades marinas, en especial de especies amenazadas como el coral negro. Además de ser un hábitat insustituible, los arrecifes son rompeolas naturales que se auto reparan y protegen el litoral, sin costos para el hombre. Los arrecifes de coral proveen alimento y protección para un sinnúmero de criaturas marítimas, como erizos, tortugas de carey, cangrejos, langostas y un largo etcétera. Alteraciones tanto naturales como realizadas por el hombre pueden afectar la compleja cadena alimenticia que se ha desarrollado alrededor del arrecife. Para poder enfrentar estos problemas y proteger a los arrecifes, debemos seguir actuando. Greenpeace trabaja por la protección de los arrecifes de coral a través de una combinación de esfuerzos locales, regionales e internaciones.
Cambio del clima global
La respuesta de estos ecosistemas ante el cambio climático se conoce como blanqueo de coral. Cuando enfrentan un extremo y prolongado estrés por el calentamiento de las aguas tropicales, el coral expele las algas (zooxantelas) que viven en sus tejidos, con lo cual pierde su color natural y adquiere uno blancuzco; al perder su asociación con las algas, el coral muere. Se ha asociado esto a la mortalidad de muchas colonias de corales que en ocasiones parecen recuperarse naturalmente. La enfermedad de banda negra ha sido descrita como tejido necrótico que crece en los corales y parece ser causada por la cianobacteria Phormidium corallyticum. Este fenómeno se ha descrito en muchas áreas tropicales incluyendo el Caribe.
corales blanqueados.
corales sanos.
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